Friday, June 24, 2011

El Camino a la Diligencia


El Camino a la diligencia

La diligencia es la virtud con la que se combate la pereza. La diligencia procede del latín "Diligere" que significa Amar, pero en un concepto más vago que de su similar latín "Amare" que es más general
La diligencia, en sentido más alto, es el esmero y el cuidado en ejecutar algo. Una prontitud de hacer algo con gran agilidad tanto interior como exterior. Como toda virtud se trabaja, netamente poniéndola en práctica.
En su calidad de virtud, la diligencia abarca a Dios, a uno mismo y con los demás:

  •  Diligencia con Dios significa cumplir con los compromisos con Él (oraciones, promesas, mandamientos, etc)
  •  Diligencia con uno mismo significa no ser inactivo, no caer en la pereza, con metas fijas y componiéndolas a tiempo.
  •  Diligencia con los demás significa poner entusiasmo en las acciones que se realizan con y para ellos. WPD.

El Camino a la diligencia no es un camino fácil, ya que es parte de morir a nuestra pasada manera de vivir despojándonos del Viejo hombre.

Vemos muchos versículos de prosperidad, de bendición, de multiplicación,de recibir entre otros.
Entonces,pedimos y no recibimos, porque no pedimos correctamente. Dice la palabra de Dios que nosotros seremos prósperos así como nuestra alma es prospera, y estoy muy segura que muy pocos entienden la manera en que nuestra alma prospera efectivamente. El alma es el asiento de las emociones. Las emociones, lamentablemente controlan nuestro carácter cuando no somos diligentes y nos traiciona cuando dejamos que las emociones nos Gobiernen.

 Dt. 4.9
4:9 Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.

El ser Diligente en nuestra manera de vivir, nos llena de favor y gracias de Dios.La negligencia nos lleva a descuidar nuestros valores, principios y fundamentos llevándonos a cometer graves errores que nos cuestan entrar a la tierra prometida. Fíjese que todos lo que conocen la historia del pueblo de Israel sabe que ellos andaron negligentemente en el camino, lo que causo que este pueblo viviera un estancamiento dándole vueltas al mismo lugar por cuarenta años, y al final no poder entrar a la tierra prometida.

Proverbios 12:27 El indolente ni aun asará lo que ha cazado;  Pero haber precioso del hombre es la diligencia. 

Pablo exhorta en estas cosas:

Romanos
2:10 Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.

12:11 En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;

La diligencia inhibe la pereza, un hombre perezoso jamas andará en diligencia. En donde apliques la diligencia encontraras prosperidad.
Si aplicas la diligencia en la carne, en la carne tendrás triunfo, si aplicas la diligencia en el Espíritu, tu alma y todo lo que te rodea sera prosperado.

Efesios 5:15 Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,
5:16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.

El que es diligente en su andar consigue la aprobación de Dios, el que camina en integridad anda confiado.El que no anda en pereza logra todo lo que emprende.

2 Timoteo2:15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.


2 pedro 1:5 vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; 1:6 al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; 1:7 a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 1:8 Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.

Ser diligentes en estas cosas:

Fe
Virtud
Conocimiento
Dominio Propio
Paciencia
Piedad
Afecto fraternal
Amor

Vimos que la diligencia es lo contrario a ociosidad, ser diligentes en estas cosas tendremos fruto en el conocimiento de Jesús.

Un gran principio para ser prósperos en todo es ser diligentes ya que eso nos enseña a guardar nuestra alma y así ser prosperada con los frutos del espíritu.

Los diligentes Enriquecen. La bendición de Dios que enriquece y no añade tristeza con ella, es la bendición que se alcanza con Diligencia.

 Proverbios
10:4 La mano negligente empobrece;  Mas la mano de los diligentes enriquece. 



Los Diligentes Gobiernan. Dios nos dio la potestad y el poder sobre todas las cosas. Y solo los diligentes enseñorearan.

12:24 La mano de los diligentes señoreará;  Mas la negligencia será tributaria. 

 Un Sueño, una meta, un objetivo tiene que estar a acompañado de diligencia, la diligencia es actuar con Rapidez en sabiduría, entendimiento y conocimiento, siempre aplicando la Fe. EL que mucho sueña pero es perezoso o se rinde con facilidad se convierte en un alma perezosa y su vida prosperara en pereza y negligencia.

3:4 El alma del perezoso desea, y nada alcanza;  Mas el alma de los diligentes será prosperada. 

La Responsabilidad, La excelencia, El esmero que se aplica cuidadosamente en algo te hace ser Diligente, comenzando con tus pensamientos. Recuerda siempre llevarlos cautivo a la obediencia de Cristo para que tu alma sea prosperada.

21:5 Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia;  Mas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza. 

Nuestros pensamientos son la semilla de lo que alcanzamos., todo lo que emprendemos en la vida comienza por un pensamiento, le damos forma y lo llevamos a cabo, sea bueno o sea malo. Cuando pensamos con diligencia, actuamos con diligencia, vivimos con diligencia alcanzamos Favor, gracia, promoción, prosperidad emocional, mental, financiera etc.

La negligencia a sido la mayor causa de problemas y tragedias en todo el sentido de la palabra.

La diligencia a llevado a grandes hombres de la palabra a hacer historia.

Procura ser Diligente  en todo y alcanzaras ell éxito en todas las cosas.

Por: Elisha Giselle
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